Charlas Mañaneras

Mi Tocinito por las mañanas está muy espabilada siempre.

Por las mañanas cuando vamos al cambiador y pasamos por chapa y pintura suele estar de buen humor, da igual lo pronto que sea o si se ha despertado o la hemos despertado porque había que ir a algún sitio, ella está como una rosa. Pero solo por las mañanas, otra cosa es que la despiertes de la siesta… Eso no le hace ni puñetera gracia y últimamente las lía muy pardas cuando llegas de la calle y está dormida pero tienes que cambiarle la ropa o el pañal y en el proceso se despierta…

El momento de lavarle la carita, quitarle las legañitas, (que por cierto siempre tiene muchas y prefiere mil veces que le pases una esponja mojada a que se las quites con una gasita y suero fisiológico), cambiarle el pañal, cambiarla de ropa… es completamente genial. En el cambiador no se queja, yo creo que es porque sabe que la vamos a quitar el peso de la caca de encima y la vamos a poner guapa. También es verdad que tiene un temporizador: no te pases de tiempo porque empieza a incomodarse.

Pero mientras, está muy contenta y si no hay prisa y puedes seguirla el rollo, te cuenta de todo, intenta decir «agús» y «ajos» con mucha energía, pone vocecita de amor y hasta ha empezado a soltar sonrisas y risitas ya despierta. Con Súper Papá se ríe un montón y esta mañana sin ir más lejos ha conseguido un «ajo» muy logrado.

Despertarse así es de agradecer sobre todo cuando no has dormido muy bien o no has dormido nada porque le ha costado horrores dormirse, o porque se ha despertado varias veces… Creo que ser tan preciosa, poner esas caritas e intentar hablar son mecanismos de defensas ancestrales que todo bebé tiene para que hagan lo que hagan, se nos pasen los instintos homicidas que surgen a las cuatro de la mañana.

¿A qué edad empezó a «hablar» vuestro bebé? ¿Cuál fue su primera palabra?